No se puede tener control de todo y a
veces ni siquiera es positivo tenerlo. En todas las esferas de
nuestra vida hay que saber elegir con que quedarnos,y dejar de
preocuparnos por aquello que consideramos innecesario. Cuando
buscamos tener todo controlado y no llegamos a conseguirlo podemos
terminar desarrollando estrés, problemas en nuestros estado de
ánimo... Siempre pueden surgir inconvenientes, acontecimientos o
personas que desestabilicen nuestros planes. Por ello, tenemos que
aprender a adaptarnos y aceptar las cosas tal como vienen pasando
por alto aquello que nos genere malestar, aquello que no nos aporte nada en ese
momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario